Un periodista no se hace, nace: Rubén Cortés Fernández
martes, 07/12/2010
Era la hora pactada para la entrevista, mientras intentaba calmar mis nervios, Rubén Cortés Fernández, subdirector general del diario La Razón de México, se acerco a mí y me dijo, con ese acento cubano que lo caracteriza y que lo vuelve enigmático —bueno, vamos—. Nos dirigimos a la sala de juntas para iniciar nuestra pequeña charla.
¿Por qué decidió ser periodista, qué lo motivo?
Mira, hace un año, la Universidad de Colombia, intentó hacer pruebas de vocación para la carrera de periodismo, intentó hacer exámenes y no, no existe, ósea un periodista nace, un periodista no se hace; claro, te tienes que formar, por que puedes nacer con esa vocación, pero si no te instruyes, si no te cultivas, pues no puedes; desde que tengo uso de razón yo decía que iba a escribir, que iba a ser periodista.
Yo vengo de una familia de obreros y en mi familia no hay intelectuales, ni en mi casa había libros ni había libreros, ni en casa de ningún familiar o amigos de la familia, nada; y decidí que iba a ser periodista y escritor. Yo estudie eso, hice la carrera de periodismo en la Universidad de la Habana y creo que uno nace con esa vocación y tienes que cultivarla, porque como dice la teoría de Márquelos: “el hábito hace al órgano”, puedes escribir bien, tener ese instinto, pero si no lees, si no pasas por la universidad, necesitas la instrucción.
¿En qué medios ha colaborado?
En segundo grado en cuba, porque yo nací en cuba, entonces ahí había un sistema que le llamaban “El corresponsal rapilisto”, desde las escuelas mandan información a los periódicos a las radios y ahí fue la primera nota que escribí, era sobre la guerra de Vietnam, entonces desde ese momento empecé a publicar, pero ya de manera formal, estuve en la Agencia de Información Nacional, después pase a la Agencia de Prensa Latina, que es la Agencia Internacional.
Después vine a México, el 15 de octubre de 1995, aquí trabaje en la Prensa, de noviembre de 1995 a de abril de 1996, después en La Crónica, soy fundador de ese periódico, ahí estuve del 17 de junio de1996 a septiembre de 2002, de ahí pase a Reforma donde estuve de septiembre de 2002 a marzo de 2003, regrese a Crónica en marzo de 2003 donde estuve hasta enero de 2006, pase a Televisión Azteca y ahí estuve de enero de 2006 a octubre de 2008 y ya después fundamos aquí La Razón en mayo de 2009.
¿Qué opinión tiene sobre las nuevas generaciones de periodistas?
Bueno, opinión, ¡hay como te digo!, opinión, veo una falta de vocación, yo creo que todavía las nuevas generaciones, ni las viejas, no se han acostumbrado a los nuevos tiempos del periodismo, se habla mucho de una crisis del periodismo y no, no hay una crisis en la manera de hacer periodismo, porque todavía no nos hemos adaptado a como es el asunto este de la información de flujo.
Antes uno aprendía en el único lado en donde se podía aprender, en las redacciones, ahora los reporteros no van a las redacciones, porque, porque mandan de donde estén, mandan por la Blackberry, y no van a la madre nutricia del periodismo que es la redacción, hay que estar, hay que ver, tus jefes tienen que ver como escribes, tú tienes que ver como escriben tus jefes, tienes que ver como se escribe una nota y lo que veo en las nuevas generaciones es eso, que no van a los periódicos, entonces tenemos generaciones de periodistas que no saben cómo hacer un periódico, trabajan para un lugar que no conocen, no saben cómo se cuece, cómo se cocina y no tienen interacción con los jefes de redacción, con los editores, eso ha hecho un periodismo más de edición, que de reporteros y ahora, lo que se necesita son buenos editores y unas personas que mandan una información y ese editor agarra esa información y al otro día esa persona, ve un producto, hecho con la materia prima que él mando.
Antes el reportero venia a la redacción y veía como se iba formando su nota, te estoy hablando de cinco años; mí guerra aquí es que los reporteros vengan, pero no vienen y yo como subdirector del periódico, los conozco, pero no tengo un vinculo con ellos, con quien tengo dialogo y quienes si saben la mística del periódico son los editores, por eso los palos periodísticos de antes, esas exclusivas de antes cada día son menos, ya lo que hay es quién empaqueta mejor, ya no hay ni exclusivas ni primicias. Lo que se tendría que hacer ahora es “la consecuencia del hecho”, pero no se está entendiendo así.
¿Qué es lo más difícil que le ha tocado ver, que le ha tocado reportear, vivir como periodista?
Lo más difícil es hacer una nota y que no te la desmientan, porque situaciones, yo he cubierto guerras, pero como las que yo he cubierto que son modernas, es fácil, es relativamente fácil, aunque algunos les gusta vestirse de héroes pero en la guerra de Irak por ejemplo, los reporteros ahí, veían la guerra como si fuera un cine, de un lado los bombardeos y del otro la vida cotidiana. Claro no digo que no hubo reporteros más arriesgados que se metían con las tropas y se iban, esos fueron los que murieron.
Lo más difícil, puede ser cubrir una nota de aquí de Tepito, yo creo que lo difícil en el periodismo es escribir bien y hacer bien las notas, García Márquez dentro de su ideología, por supuesto, tiene una frase que dice: “El deber de todo revolucionario es escribir bien.“
Lo más difícil, es escribir bien.
¿Cuál es el mayor problema que enfrenta el periodismo actualmente?
El problema es que la mayoría de los periodistas en México, no leen, es una carrera que por lo menos en México, siempre ha sido muy empírica, por cuestiones históricas, y por eso es que nuestras notas, nuestro periodismo es puramente enunciativo, porque los reporteros ya no van a las redacciones. Lo que viene es un periodismo de opinión, lo que necesita el lector es que alguien le explique.
¿Cómo escritor, a quién admira?
En la literatura admiro a Hemingway, su manera de escribir es la que a mí me gusta porque el detalle predomina sobre el conjunto, es certero, es el único que ha inventado una manera de escribir a base de oraciones sencillas y cortas, de verbos, voz activa, mucho verbo, mucho punto y seguido.
¿De los libros que ha publicado, cuál es el que más le ha gustado?
Es que cada uno ha tenido su impronta y su manera de salir, soy periodista, pero escribo porque yo me esmero en demostrar que el reportaje es un género literario más, yo no creo en que la gente sea periodista o sea novelista, para mí la gente escribe o no escribe. Los libros han sido, por ejemplo, el libro de “Crónicas de la guerra”, las publique con el compromiso de la editorial de que salieran exactamente como yo las escribí allí en la guerra, no hacerles ninguna edición, para demostrar que se pueden hacer reportajes que se pueden hacer, pequeños relatos; después hice la historia de los náufragos porque me pareció una historia buena y ¡Cuba! ¡Cuba!, viene porque estuve seis meses sin trabajo y mientras buscaba chamba, pues yo tenía ya un cumulo de historias en la cabeza sobre Cuba, luego encontré trabajo y pues así termine ese libro.
¿A estas alturas de su vida se imagina realizando otra actividad?
No, no, yo lo que se es escribir, lo que si me gustaría es ¡tener seguridad económica para escribir lo que yo quiera! ― jajá―.
Todo lo que yo hago, la verdad me esmero, por demostrar que si se puede hacer una columna política, dura, diaria, que se puede escribir en contra de un político lo que sea, se puede escribir con palabras bien escritas, yo creo que el periodismo ha dejado arrebatarse palabras que usa la literatura, pero que no se diferencia una cosa de la otra.
A mí me gustaría volver a las fuentes del periodismo, del siglo XIX, del periodismo que hacia José Martí, que hacia Rubén Darío, todas estas gentes que era hacer una fotografía del mundo, a mí me gusta trabajar la realidad no crear mundos ficticios ni cosas de esas, mi sueño es que alguien me pagara una beca, de, no sé, 50 mil pesos y me dijera, escríbeme un libro cada tres mes.
Yo vine a México a comer, yo soy un inmigrante económico, si, si, si, en Cuba no había posibilidades de tener un coche, un teléfono, yo viene a ejercer mi profesión, buscando nuevos horizontes económicos, que en el caso cubano es imposible dividir, la inmigración económica de la política, porque las condiciones políticas no permiten que haya una economía.
¿Qué significa ser cubano para usted?
En estos momentos es un estado de ánimo, yo soy periodista mexicano, yo escribo de México, yo tengo una columna política diaria mexicana, si no me oyes hablar no sabes que esta persona no es mexicana, al contrario, yo me esmero mucho por aprender y saber más que los mexicanos, por lo menos los que trabajan conmigo, para predicar con el ejemplo, yo soy el neófito, el converso, México es mi país y Cuba es mi patria, Cuba para mí es algo muy intimo, y estoy muy consciente de donde vengo, si tú no sabes de dónde vienes, no sabes a dónde vas, nací en una isla chiquita que siempre ha hecho cosas por encima de su tamaño geográfico, pero tampoco eres pedo que rompe calzoncillos.
Alfonso Orozco. La Razón